
Me declaro protagonista de mi propia vida, no de la que me
imponen los demás.
Me declaro responsable de lo que hago y lo que digo, no de
lo que entiendan otros.
Me defino por mis valores, me amo entera, sin fisuras, con
cada rincón imperfecto, con cada locura disfrutada, con cada error cometido y
cada sombra que abrazar de vez en cuando para sanar mis cicatrices.
No puedes dejar que la gente te asuste. No puedes ir toda tu
vida tratando de complacer a los demás.
No puedes pasar por la vida preocupada por lo que todo el
mundo va a pensar.
Ya sea sobre tú pelo, ropa, lo que tienes que decir, cómo te
sientes, lo que crees y lo que tienes.
No puedes dejar que el juicio de los demás te impida ser tú.
Porque si lo haces, ya no eres tú.
Eres alguien que todo el mundo quiere que seas.
Yo no odio a nadie, ni siquiera me cae mal la gente que se
portó horrible.
Hace rato entendí que a veces las acciones de las personas
tienen más que ver con ellas mismas que conmigo.
Uno vive más tranquila cuando perdona y sigue adelante ..
QUIEN ES FELIZ... VIVE Y DEJA VIVIR
Hay demasiada gente ocupada en las vidas ajenas, que si
vienes, que si vas, que hacia dónde y con quién vas.
Hay demasiada gente intentando borrarte la sonrisa, metiendo
dedos en las llagas, queriendo lastimar.
Hay demasiada gente con máscaras, demasiado antifaz cuando
no es carnaval.
Hay demasiada gente envidiosa, que no desea lo que tú
tienes, sino que desea que tú no lo tengas más.
Su alegría es que pierdas lo que has alcanzado.
Hay demasiada gente que pierde la vida entorpeciendo los
caminos ajenos.
Y están los otros, los que no tienen tiempo en mirar hacia
los costados porque tienen la mirada hacia adelante.
Los que emplean el tiempo en vivir, los que creen que la
vida es muy corta como para meterse donde no los llaman.
Los que valoran la libertad, la propia y la ajena y la
respetan.
Los que son bálsamo cuando estas herido, los que inventan
historias solo para que sonrías, los que son felices cuando tú eres feliz.
Los que van por la vida de frente y sin excusas, los que se
muestran tal cual son, los que se atreven a ser y no les importa lo que los
demás opinen.
Los que no tienen tiempo de envidiar, porque son felices
persiguiendo sus sueños, los que celebran los éxitos ajenos porque no tienen
complejos de inferioridad, son los que aprendieron a amarse y saben cuanto valen
y nada ni nadie en el mundo les puede bajar el valor.
La diferencia de unos y otros está en cuanto amor a si mismo
se tienen, porque quien se ama a si mismo es feliz y quien es feliz... no j*de.